LLEGÓ DICIEMBRE; QUE DEBEMOS SABER?

 

“El tiempo es una ilusión”  decía Einstein, mientras Plutarco escribía que Pitágoras cuando era preguntado sobre qué era el tiempo, respondía;  “El tiempo es el Alma de este mundo”.

 

Diciembre nos moviliza, por un lado esa necesidad de festejar porque… “termina el año”  y por otro esa creencia de que como… “termina el año” hay que hacer balance. Y si, en diciembre termina un año gregoriano y se cierra ese ciclo que empezó en enero  dando forma lineal al tiempo. 

Aunque, si me estás leyendo sentís que hay algo más… verdad? 

Si… y lo que sea nos concierne.

 

Podríamos decir “Adiós 2017, bienvenido 2018”.

 

Creemos que el 31 de diciembre se cierra esa puerta que nos da paso a otra cosa. Creemos digo, porque dime la verdad…  pasa algo entre el 31 de diciembre y el 1 de enero además del brindis y las doce uvas?

 

Analicemos  las frecuencias de este tránsito universal;

 

Venimos de la unidad del 2017/10/1 para pasar a la dualidad del 2018/11/2. Numerológicamente  hablando el 2017  transmite su fuerza e intensidad al 2018 que es receptor. El uno da el impulso que el dos recibe. El dos nace del  uno y forman un sistema binario.  Ahora bien, tenemos dos polos, el masculino yang y el femenino yin y ambos se complementan. Que quiero decir con esto, que en el 2018 está la  semilla que plantamos en el 2017, no está vacío y no están aislados.

El uno transmite su fuerza y su energía  al dos que la recibe y la transforma interiormente. Mientras la unidad es el origen, el inicio, la llama primordial concentrada, la manifestación de una fuerza nueva el dos quiere ser y sentir, quiere amar y ser amado, quiere dar y recibir.

El dos es adaptable y flexible, su elemento es agua y se mueve en el mundo emocional. Necesita equilibrio para sentirse sólido porque es dependiente siempre busca la fusión, su virtud es la escucha y poder acoger al otro para cambiar el curso de las cosas.

Esta frecuencia se asocia a la luna, a la maternidad, se mueve entre la estabilidad y el cambio. Tiene capacidad de adaptación, intuición, diplomacia pero también en su gran fortaleza es vulnerable y sensible.

Es la madre! Que engendra y nutre para dar a luz en… el 2019.

 

En resumen en este año alimentaremos los planes, programas y proyectos que concebimos en el 2017. Porque el 2018 es un año para gestar y cada uno de nosotros sabrá lo que nutre en esta gestación de acuerdo a su programa personal.

 

Y si, no es difícil pero tampoco es simple.

 

Hasta ahora te explique vibraciones universales que sí nos tocan, pero que se ajustan en interactúan con  nuestras vibraciones personales.

 

Te invito a ampliar la visión, aumentar el estado de consciencia y empezar a reconocer que más allá de las influencias universales  y colectivas detalladas están las influencias personales individuales que juegan un papel preponderante en nuestro desarrollo y que además conocerlas es de gran ayuda para nuestro camino evolutivo.

 

Ten en cuenta que mientras se desarrolla un año calendario  “AÑO UNIVERSAL” que nos influye energéticamente a la vez se está desarrollando “UN AÑO PERSONAL” único para cada uno de nosotros.

En nuestro año personal leemos esa frecuencia directa que tendremos disponible para vibrar a nuestro favor mientras la frecuencia universal solo la entona.

 

Todo es cíclico en el universo y nuestras frecuencias disponibles para este tránsito que llamamos vida también lo son y el año personal no es la única.

 

Sintonicemos con nuestro plan; lo que  nutramos en el  2018 nacerá en el 2019…

 

Gabriela Calvo

Numerología Consciente

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